Las cifras no mienten: una encuesta que pone los pelos de punta

Como venezolanos consciente de la terrible realidad por la que atraviesa el país, no podemos dejar de leer, con mucha atención, la actualización de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), levantada entre noviembre de 2019 y marzo de 2020, con una cobertura ampliada de la muestra a 16.920 hogares a nivel nacional. Realizada por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB).

Según la más reciente Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, la pobreza de ingresos afecta a 96% de los hogares y la multidimensional a 64,8%. Este último indicador se incrementó 13,8% entre 2018 y 2019. Además, la población venezolana se redujo en 4 millones. El informe completo está disponible en el portal www.proyectoencovi.com.

Los resultados de la encuesta no hacen más que refirmar lo que cada uno de los venezolanos estamos padeciendo día a día. Muchos compatriotas amanecen sin saber si podrán alimentarse o alimentar a sus familias. Hay hambre, desnutrición, desaliento, confusión, desesperación. Vivir en Venezuela actualmente es una labor de valientes, de titanes, porque los problemas que afrontamos son demasiados crueles y no se vislumbran soluciones, muy por el contrario las respuestas gubernamentales en varios aspectos, no satisfacen a la población.

El rector de la UCAB, reverendo padre Francisco José Virtuoso, s.j., en la presentación del evento dijo muy consternado:” Lamentablemente, no somos portadores de buenas noticias, la situación clama al cielo y exige cambios”. El rector indicó que los datos revelan “la destrucción acumulada en la calidad de vida de los últimos cinco años”. Virtuoso llamó a las universidades, academias, sociedad civil y toda la ciudadanía a “convertir este drama en exigencia de cambio con propuestas serias y realistas; no podemos conformarnos con sobrevivir, con ver partir a nuestros jóvenes”.

Los cambios son necesarios

Esta encuesta, bien analizada, debería llamar la atención de quienes han detentado el poder durante tantísimos años y también de quienes siendo oposición, no han logrado llenado las expectativas. Debería ser un llamado a la reflexión y a la sindéresis (capacidad natural para juzgar rectamente, con acierto) de quienes no escuchan el clamor de un pueblo que está sufriendo ignominiosas circunstancias. . Un refrán muy conocido dice “de buenas intenciones está empedrador el camino del infierno” y justamente en un infierno más brutal que el descrito por Dante Alighieri, estamos sumidos los venezolanos, y por los resultados de (ENCOVI), vamos de mal en peor.” Nadie se hubiera imaginado, que el país petrolero y rico de otros tiempos haya superado a Haití, y ahora es el país más pobre de Latinoamérica. Además, el segundo, con más desigualdades de la región después de Brasil…”

El panorama está clarísimo sin embargo, no hay ningún indicio de una voluntad política sensata para enmendar los errores y buscar fórmulas consensuadas entre las diferentes fracciones políticas para salvar a Venezuela del caos en la que se encuentra inmersa. . Muy por el contrario, en un empeño absurdo por perpetuarse en el poder, no se toma en cuenta que la alternabilidad en los mandos es sana y recomendable. Está más que comprobado en las páginas de la historia que, como lo explica Andrés Jaramillo en un interesante artículo para el Diario El Comercio “el que una persona, partido o proyecto político persista en el poder atrae peligros. Uno es que permite concentrar de forma paulatina el control de las instituciones y funciones del Estado; lo que implica, a su vez, el riesgo de que sean utilizadas para beneficio propio. La alternabilidad es fundamental para un sistema democrático porque permite poner límites a los abusos del poder, facilita la fiscalización, el control y la transparencia de la gestión pública. https://www.elcomercio.com/opinion/laimportanciadelaalternabilidad-analisis-opinion-columna-andresjaramillo.html.

En Venezuela parece que no hay opciones para que la necesaria alterabilidad se produzca porque previamente a unas elecciones parlamentarias convocadas para el 6 de diciembre, hemos visto como gradualmente ha habido, por parte del TSJ, una suspensión de directivas de partidos políticos que hacían vida en el país, cercenando, así la posibilidad de escoger a algún candidato perteneciente a organizaciones, incluso con trayectoria como: Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática.

“Errar es humano, perdonar es divino y rectificar es de sabios”

El Grupo de Lima, el Grupo Internacional de Contacto, los Estados Unidos y la Unión Europea expresaron su rechazo las acciones para convocar a unas elecciones parlamentarias en 2020 sin condiciones libres ni justas. La sociedad civil también se siente abrumada por las perspectivas. La militancia de los partidos suspendidos también está desconcertada. Entonces surge una reflexión importante y apelamos al conocido axioma:” “Errar es humano, perdonar es divino y rectificar es de sabios”. Hay tiempo para modificar, hay tiempo para corregir. Venezuela y los venezolanos nos merecemos una transformación hacia lo justo y equitativo en las cifras mostradas por la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI). Esperamos también poder elegir, sin presiones, ni coartadas a quienes consideremos que lo puedan hacer bien. Que los candidatos del oficialismo se midan en igualdad de condiciones, con los de los representantes de otras toldas políticas. Soñamos con un país donde reine la “igualdad, la fraternidad y la libertad”. Así lo han querido y procurado otras naciones del mundo. ¿Difícil? Sí, pero no imposible. Los venezolanos de buena voluntad anhelamos que cuando se vuelva a realizar una encuesta como la mencionada, las cifras nos enaltezcan y nos llene de alegría, y que nada más nos vuelva a poner los pelos de punta.

Redacción. C.C.