Los mecanismos de ingreso que manejaban las casas de estudio superior del país, se han transformado o desaparecido por la deserción estudiantil. El estudio Cobertura Educativa en Venezuela, registró que en el 2019 solo 775.000 de 3.136.000 jóvenes entre 18 y 24 años estudiaba en una universidad en Venezuela.
La cifra hizo que instituciones como la Universidad de Los Andes, transformaran sus sistema de ingreso. El vicerrector y decano, Omar Pérez explicó que ahora manejan la opción de ingreso por alto rendimiento, artista destacado y pruebas de selección, pero no para todas las carreras, ya que en algunas solo se postulan siete alumnos.
Licenciaturas como matemáticas, castellano y literatura no llenan un cuarto de los 130 cupos ofertados. De acuerdo con el vicerrector, la educación es el caso más grave. La profesión con sus bajos salarios, nulas reivindicaciones y abandono del gobierno, dejó de ser una oferta llamativa para los pocos jóvenes en el sistema de educación.
Las pruebas que se realizan en las carreras más solicitadas como medicina, comunicación social o idiomas modernos son especializadas y hechas por expertos. Pérez advierte que en los últimos años, el bajo rendimiento de los estudiantes ha incrementado debido a las fallas del sistema de educación inicial y de bachillerato.
Para el 2023, se pidió que el ingreso se haga por alto rendimiento. Para facilitar el acceso a estudiantes con mejores resultados.
Las modalidades de ingreso son importantes
Según el secretario de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Amalio Belmonte, la modalidad de ingreso del estudiante es importante. En el 2015 , decía que el «ingreso masificado y sin exigencias no corresponde a la verdadera misión de la universidad».
Puntualizó que si ese es el rumbo que seguirá la educación superior, se debería analizar profundamente el Sistema Educativo Nacional.
Además, evidenció que corresponde al gobierno crear condiciones para que los factores socioeconómicos y educativos externos a las universidades, dejen de ser un obstáculo para el ingreso a las casas de educación superior.
El actual candidato a rector de la UCV dijo que uno de los principales desafíos en cuanto a la expansión del acceso a la educación universitaria, es el de garantizar a los egresados que puedan desarrollarse profesionalmente.
Por lo que se vuelve necesaria «la combinación de políticas educativas de cantidad y calidad con políticas económicas acertadas que estimulen la productividad y el desarrollo».
Sin pruebas internas
Gabriel Díaz, miembro de Todos por la Educación Aragua, informó que en la Universidad Pedagógica Experimental Libertadores se dejaron de realizar pruebas internas desde hace muchos años.
El filtro al que todos entran por la escasa cantidad de postulaciones, se basa en una serie de preguntas en la preinscripción online. En la que se cuenta el nivel de cultura general y cualidades psicológicas, pero no es una prueba interna como tal.
Díaz destacó que la única carrera por la que se debe hacer una prueba, es educación física y música, ya que necesitan medir sus cualidades en el deporte y para tocar instrumentos, respectivamente.
Detalló que el 90% de los estudiantes ingresan para luego pasar por un curso introductorio, ya que la universidad detectó el bajo rendimiento de los postulantes, «se les motiva, se les pule, dejándolos en una mejor posición académica, porque antes EL 80% de los que ingresaban desertaban».
Al ser líder de Todos por la Educación, Díaz también tiene acceso a información de la Universidad de Carabobo, núcleo Aragua. Aseguró que allí sí hay prueba interna, pero se aplica luego de pasar por un curso introductorio, en el cual se ingresa con notas mayores a 10.
Con los postgrados no es diferente
Cuando Armando Díaz, parte de la Alianza Todos por la Educación en Carabobo se inscribió en su maestría de Ciencias Políticas y Administración Pública, su miedo era el proceso de admisión.
«Se suponía que uno tenía que pasar por dos entrevistas en donde evaluaban tu experiencia laboral, tus intereses y proyección en el futuro, incluso había otra prueba la cual era en inglés, porque te exigían hablar otro idioma, pero cuando fui a entregar todos los requisitos me informaron de algo totalmente diferente», comentó.
Señaló que al pagar los $80 de la inscripción y entregar los demás papeles, le dijeron que no hacían falta más pruebas. Aunque sintió que lo importante era el dinero, se dio cuenta que la poca cantidad de estudiantes era la razón, «no había necesidad de hacer filtros, para la universidad actual es una bendición tener gente queriendo estudiar. El día de mi graduación había doctorados, maestrías y especialidades en donde sí se graduaron dos, era mucho».
Programas de ayuda
El programa Samuel Robinson en la Universidad Central de Venezuela, es una opción que busca hacer más equitativo el proceso de ingreso a la UCV. Por un año se prepara a los aspirantes, para mejorar sus habilidades y capacidades para la carrera que escojan. Aunque no es nuevo, pues data de 1997.
Larry Tadino, profesor dentro del programa aclaró que la UCV mantiene sus pruebas de ingreso como de Sistema de Ingreso por Mérito Académico y Diagnóstico Integral (Simadi), la cual ahora se hace vía online.
Simadi se ha aplicado durante más de 5 años y en todas las carreras, sin clasificarse en alta o poca demanda. Su contenido se basa en evaluaciones de razonamiento verbal y lógico. También anexa el promedio de notas desde primer año de bachillerato hasta el cuarto año.
Para Tadino el problema del sistema de ingreso en la UCV, es para aquellos estudiantes que ya poseen una carrera y quieren optar por otra. «No te sabría responder cómo hacer porque yo tengo 10 años como profesor y quiero estudiar antropología y no lo he logrado a este punto ya desistí. Si estudiará dos carreras en simultáneo la historia sería otra, pero yo tengo dos carreras y quiero la tercera y pues no puedo», agregó.
Con nota de prensa.
29-5-2023
