Desde el mes de enero, Promedehum ha monitoreado los constantes y prolongados apagones que han afectado a las personas que viven en el estado Mérida. El objetivo es visibilizar la grave crisis eléctrica que padecen en la capital andina
(Mérida, 08-07-2020) Como si se tratase de una cuarentena a oscuras, así transcurrieron los primeros seis meses del año 2020 en el estado Mérida. El monitoreo a las fallas de electricidad que desde el mes de enero levanta la Asociación Civil Promedehum, dejó en evidencia que, durante el primer semestre del año, las personas permanecieron por más de 40 días sin servicio eléctrico.
Durante enero y febrero se realizó una muestra 15 días para estudiar el comportamiento de los cortes de electricidad en el municipio Libertador y dos municipios del páramo merideño, en marzo el promedio de horas sin electricidad se incrementó a 99 horas; mientras que para abril los cortes eléctricos se duplicaron; aumentando a 201 horas; todo hacía pensar que el sistema eléctrico en la entidad no podía estar peor, pero, llegó mayo y con él, los apagones se hicieron más frecuentes y prolongados. En promedio durante mayo, los sectores de Mérida estuvieron unas 330 horas sin servicio eléctrico, cerca de 15 días.
“Un respiro”
Junio mostró una leve mejoría, promediando un total de 188 horas sin suministro de energía eléctrica. Promedehum destaca que el municipio Rangel estuvo por 201 horas sin luz, mientras que Pueblo Llano y Cardenal Quintero permanecieron a oscuras por 169 horas.
En el municipio Libertador el levantamiento se realizó en: La parroquia JJ Rodríguez Osuna, donde sus habitantes permanecieron por más de 187 horas sin suministro eléctrico, mientras que El Rincón y parte de la Urbanización Los Sauzales, parroquia Mariano Picón Salas estuvieron por 180 horas con 57 minutos y 150 horas, respectivamente. Nuevamente Santa Juana, en la parroquia Domingo Peña y el sector La Joya en la parroquia Arias; son las zonas más afectadas por la falta de electricidad con 207 horas 10 minutos y 219 horas 30 minutos.
El trabajo realizado por Promedehum ha motivado a que personas de otros sectores de la ciudad registren los cortes eléctricos que diariamente les afecta. En La Pedregosa Sur, parroquia Lasso de La Vega, la gente de la organización “Kilometro Inteligente” registraron 191 horas sin electricidad, mientras que, en el sector El Campito de la parroquia Spinetti Dini, la oscuridad reinó por más de 211 horas.
En promedio, durante el mes de junio los cortes de luz en Mérida disminuyeron en un 43 % en comparación con el mes de mayo. Disminución que de acuerdo al experto ingeniero electricista, el profesor Pedro Mora, se debe a la puesta en funcionamiento de la Central Hidroeléctrica Fabricio Ojeda el pasado 8 de junio, aportando 219 Megavatios (Mw) a la demanda eléctrica de la región andina (Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas y el alto Apure) que, sumados a los 47 Mw que está generando la Central Hidroeléctrica San Agatón, permitiría una leve mejoría; sin embargo, Mora fue enfático en señalar que esta recuperación del sistema eléctrico no será muy duradera.
Esta situación quedó en evidencia el 5 de julio pasado, cuando representantes del PSUV en Mérida, informaron de la salida de funcionamiento de la Central Hidroeléctrica Fabricio Ojeda, lo que traerá más horas de oscuridad en un estado que desde el 2008 sufre el inminente deterioro del Sistema Eléctrico Nacional. Aunque, de acuerdo a información extraoficial, el pasado lunes 6 de julio, la central hidroeléctrica nuevamente habría sido puesta en funcionamiento. Emmanuel Rivas/Promedehum
