Razones y pasiones: Fiesta universitaria

Eleazar Ontiveros

Por: Eleazar Ontiveros Paolini…

Los profesores universitarios, con manifiesto regocijo, votaron el pasado miércoles para elegir al Comité Ejecutivo de Apula, las directivas de las seccionales ordinarias de las facultades y la directiva de las seccionales especiales: Táchira, Trujillo y Seccional de Profesores Jubilados.

Las voces agoreras y las descalificaciones, a veces groseras, asumidas como sustento de campañas electorales de determinados sectores, fueron desmentidas contundentemente por una victoria aplastante de los que en todas las instancias representaban a la denominada Plancha 1, presidida en cuanto al Comité Ejecutivo de Apula, por el joven y entusiasta médico cirujano Virgilio Castillo, del cual todos esperan una gestión sobresaliente, que continúe dándole vigencia a la Asociación como instrumento gremial, en esencia destinada a la defensa de los derechos de los profesores.

El hecho de que haya votado un 60% del profesorado, como pocas veces ha sucedido, nos da a entender que en parte se debió a la liberación de los deseos democráticos de tomar decisiones y de expresarse, después de haber estado reprimidos en cuanto a ese ejercicio, resultado de actitudes gubernamentales arbitrarias. Efectivamente, el Gobierno, que quiere ser todo poderoso y hasta decidir la hora en que debemos orinar, había negado durante casi tres años el derecho al gremio de hacer sus elecciones, lo que le da una excepcionalidad detestable: es el único país en el mundo en el que las instituciones autónomas como los gremios y sindicatos, son obligados a pedirle permiso para realizar sus elecciones. Algo parecido pasa con la Universidad, la cual, con base a la Constitución y su carácter autónomo, debe darse su propio reglamento electoral, pero no es así, quiere imponer el suyo con fines demagógicos y no académicos.

La lectura fundamental que le damos al hecho de la votación masiva y entusiasta de los profesores, es que el pueblo en general va a querer también liberarse de la represión a la que es sometida por un gobierno carente de acciones y perspectivas que determinen algo diferente a la opresión, la dominación y el absolutismo, votando masivamente el 6 de diciembre.

Es importante resaltar que la legitimidad que con base al gran número de profesores que eligieron a las nuevas autoridades gremiales, traduce la obligatoriedad de adelantar con absoluta responsabilidad una gestión que el profesorado califique día a día como siendo satisfactoria y verdaderamente representativa de sus intereses como gremio, lo que implica en alto grado la participación. El hombre es, sin duda, un ser gregario, en muchas oportunidades se aísla, pero detesta quedarse solo con sus opiniones.