Semana Santa en Mérida en medio de apagones, falta agua, gas doméstico y dinero en efectivo

Un plan de racionamiento eléctrico que poco se cumple, falla en el suministro de agua potable, escasez de gas doméstico, cajeros automáticos que no funcionan y la falta de efectivo son algunos de los problemas más fuertes que enfrenta Mérida durante este asueto de Semana Santa 2018.

La situación que diariamente afecta a los merideños hoy se convierte en un a serie de contratiempos para los turistas que escogen esta entidad andina como destino turístico lo que desde el propio comienzo de la temporada ya ha dedo muestras de su afectación.

Algunos propietarios de hoteles y posadas han manifestado su preocupación ya que la reserva no ha sido de un 100 porciento y la que estaba ya programada muchos interesados ha decidido retirar las mismas al comprobar que no hay condiciones cómodas para su permanencia. Muchos de estos establecimientos, no cuentan ni con gas doméstico, puntos de venta y fallas en el suministro de agua que puede durar más de 12 horas, entre otros.

Sumado a esto está la falta de dinero efectivo para cosas básicas como estacionamientos, pago de combustible y consumos de alimentación en restaurantes, entre otros sus puntos de venta no funcionan y otros están dañados sin ser poder reemplazados por las entidades bancarias desde hace mucho tiempo.

La falta de harina de trigo, también pre cocida ha puesto en riesgo o casi en ausencia total  la venta de pasteles, arepas criollas; muchas ventas tradicionales de estos alimentos han cerrado porque no les da la base para comprar la materia prima con respecto al precio en que se pueden vender.

La falta de dinero  efectivo se convirtió en uno de los principales obstáculos para quienes nos visitan ya que las entidades bancarias solo entregan 10 mil bolívares diarios y hay que hacer colas hasta de cuatro horas si se corre con suerte. Aquellos turistas que viajen en transporte público deben cancelar sus movilizaciones en efectivo lo que de se debe contar con cantidades muy altas.

El sector turístico regional público y privado ha hecho un gran esfuerzo para tratar de paliar esta situación y han hecho un llamado a los entes nacionales para que se flexibilicen algunas medidas y se preste el apoyo técnico en cuanto a servicios públicos que deben ser garantizados para así poder tratar en la medida de las posibilidades prestar un servicio de atención medianamente modesto a quienes visiten Mérida.