Medidas eficaces y económicas pueden prevenir y controlar enfermedades crónicas no transmisibles

El Dr. Tulio Núñez Medina, director de Investigación y Educación de la Sociedad Venezolana de Cardiología, dijo que el incremento de las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, diabetes, las respiratorias y renales crónicas, o sea, las llamadas enfermedades no transmisibles, suponen una mayor carga para la población venezolana, en términos de sufrimiento humano y elevados costos económicos y sociales. Agregó que, en Venezuela, estas enfermedades representan una gran erogación de gastos por concepto de tratamientos prolongados y por pago de atención médica altamente especializada. Dijo que además constituyen una pérdida de productividad, debido a la mortalidad prematura o discapacidades producto de estas enfermedades que llevan a un importante menoscabo del presupuesto familiar.

Propuesta de la comunidad científica

Señaló Núñez Medina que, en la actualidad, existe un acervo importante de conocimientos científicos que demuestran que las enfermedades crónicas no transmisibles se pueden prevenir y controlar con estrategias de intervención eficaces y de bajos costos. No obstante, estas estrategias de prevención y control deben ser implementadas a nivel poblacional, con un enfoque integral y multisectorial en el ámbito de la atención primaria de la salud. Como respuesta a la actual crisis asistencial y económica, investigadores de la Universidad de Los Andes y de Sociedades Científicas Médicas están trabajando intensamente para formular una estrategia y un plan de acción, dirigido a fortalecer los programas de salud pública de prevención y control de las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, cáncer, diabetes, enfermedades respiratorias y renales crónicas.

La principal meta que se han propuesto los investigadores de un grupo de trabajo denominado “Por una Venezuela Saludable”, de la Universidad de Los Andes, es reducir, en forma sostenida, la carga asistencial por enfermedad cardiovascular y vasculocerebral en el Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes. Señaló el doctor Núñez Medina que es posible reducir progresivamente el número de infartos al miocardio y accidentes cerebrovasculares en los próximos años, avanzando en forma sostenida con una reducción inicial de 25% a corto plazo. Esto será posible aplicando una agenda global de acciones articuladas con la Corporación de Salud del estado Mérida, para fortalecer el sistema de atención primaria y la participación activa de múltiples sectores gubernamentales y no gubernamentales, además del apoyo de organizaciones internacionales.

María de los Ángeles Pérez. 9795. Prensa ULA

Foto Lánder Altuve