Miseria y alimento ontológico

Por: Ramsés Uribe…

La verdad ruda. Anteriormente expusimos un estudio sobre la pobreza titulada, Miseria caribeña 2021, disponible en: https://comunicacioncontinua.com/miseria-caribena-2021/ En esta oportunidad profundizamos. Es que el hambre como característica de la infame pobreza, no es filosófica sino óntica (de ente: existir), material dura y cruda. En el paladar algo sabe muy mal. En el bolsillo algo falta.  Es una vergüenza que todavía exista tanta pobreza en un siglo nuevo de avances fabulosos en las distintas áreas tanto humanísticas como científicas, tecnológicas y sociales. Tanta sabiduría ha resultado inútil para combatirla. Y para colmo, aun se desperdicia comida en el mundo. Hace varios años quedamos estupefactos al ver un documental que mostraba cómo se botaba comida en Bogotá y un pequeño grupo de jóvenes medio milenials, auténticos sifrinos neogranadinos,  hacían recorridos a los contenedores de basura de los mercados para extraer cantidad de alimento que aún podía consumirse y preparaban suculentos almuerzos; no lo hacían por necesidad, sino por conciencia. Algunos no daban crédito cuando se afirmó que por lo menos desde 2014 en Venezuela se observaban jóvenes comiendo de la basura; ellos sí lo hacían por hambre. Por fortuna ese fenómeno es menos frecuente en estos días. Los programas alimenticios gubernamentales son insuficientes y sin proteínas ni la inclusión de verduras, hortalizas y frutas que son verdaderas fuentes nutricionales. Hay bastante oferta de alimentos, incluso sobreabunda, pero el poder adquisitivo es reducido, pues con un sueldo mínimo no es posible adquirir un cartón de huevos. Inclusive con varios sueldos mínimos juntos, no se alcanza a cubrir la canasta alimentaria.

Reseteo alimenticio y de la pobreza. Es evidente, de acuerdo con las estadísticas del estudio Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, Encovi (2021), que la pobreza está en un 94,5% y la pobreza extrema 76,6, y sigue en aumento, así como la desnutrición. Se ha fracasado rotundamente en esta importante materia en detrimento del futuro de la nación. Si bien es cierto que hay activos los programas nutricionales que atienden a un sector necesitado de la población, esto es un paliativo coyuntural que no resuelve el tema a fondo. Siempre sigue vigente aquel sonado filosofema popular de “es mejor enseñar a pescar que regalarle el atún”. La ayuda directa sólo soluciona el hambre instantánea, pero no sirve a largo plazo. Lo único que puede ser efectivo es el trabajo productivo. Generar empleo era antes, en la vilipendiada cuarta república, una de las propuestas de los candidatos a distintos cargos públicos. Las grandes obras de ingeniería civil como puentes, carreteras y autopistas, viviendas, entre otras, en efecto generaban miles de empleos durante años. No se trata de regresar al pasado por causa de una nostalgia romántica. No es que todo pasado era mejor. ¿O tal vez sí?, en buena parte. El asunto en este caso, es retomar algunas políticas públicas de generación de empleos para darle un parado a la pobreza y por consiguiente al descalabro alimenticio de la sufriente población criolla. Combinarlo con otras políticas que impacten positivamente en el ámbito social. Es urgente cambiar toda o buena parte de las políticas agroalimentarias de Venezuela. Faltó planificar el futuro del país para la época de vacas flacas en el siglo XXI. Recordamos el conocido pasaje bíblico de José, hijo de Jacob, el excelente administrador que llenó los graneros de Egipto para evitar el hambre futura en esa época (Génesis 41). Algunos líderes criollos fueron incapaces de conservar el diamante de la democracia y prefirieron el lodo del socialismo.

Causa de la pobreza y la desnutrición. La mayoría de las investigaciones apuntan a las malas políticas públicas como el origen de este flagelo social. Hay que reconocer que este problema es de vieja data. Provea y Jean Pierre Wyssenbach (1997) de la revista Sic, acusaban hace mucho tiempo dificultades y deficiencias en todas las áreas de derechos humanos como, trabajo, tierra, alimentación, salud, vivienda, educación, justicia, etc. La desnutrición se había duplicado en 5 años. De manera que no sólo en gobiernos retrógrados como los comunistas-socialistas, se vulneran los derechos de los venezolanos, aunque no llegan a la fatídica hecatombe social actual.  El ideal fundamental de un país es el bienestar cultural, social y económico y Venezuela tuvo buena parte de esa tajada aunque faltó una mayor productividad nacional. La idiosincrasia mediocre de nuestro pueblo hace mucho daño. Según los investigadores del IESA, Michael Enright y otros (2004) fuimos un país de envidiables industrias como la del turismo, automotriz y autopartes, siderúrgica, petroquímica, petrolera,  aluminio, pulpa y papel, textiles, cultural, software, servicios de consultoría e ingeniería, cacao y arroz, entre las más destacadas. Sin duda alguna con la reactivación de estas fabulosas herramientas de desarrollo que tuvo el país, se podría revertir la situación de pobreza imperante, aunado a la generación de nuevos empleos de tecnología digital y virtual.

Récord Guinness. Lograr un trofeo nacional, triunfo esperado, deportivo, artístico o de cualquier índole,  es un evento agradable y maravilloso que demuestra las enormes capacidades de la gente. Tener la orquesta más grande del mundo enorgullece. Sin embargo, hay que tener presente que nuestro país ya tiene otros récords infames. Ocupa uno de los primeros lugares en la corrupción del mundo, el país con la mayor inflación del planeta, quizás va a ganar como el de mayor flujo migratorio del mundo, por encima de Siria y otros países. Lo que queremos es un nuevo récord nacional donde se cosechen  grandes éxitos económicos, sociales, políticos y culturales. El orgullo de ser un país próspero material y espiritualmente, con una verdadera democracia en la que se respeten los derechos humanos. La meta real sería erradicar la pobreza material y mental que tanto abunda. Para lograrlo, se impone la voluntad social en una sola dirección, sin individualismos egoístas,  todos remando como uno solo en la regata de la prosperidad y a la libre empresa y emprendimiento sin olvidar que aún persiste el máximo impedimento: la ideología y régimen del socio-comunismo malsano.

Correo: ramaseum@yahoo.com

23-11-2021