A media semana: La pestilente maduromanía ha revuelto todo

Por: Alex Vallenilla…

La maduromanía es una peste. Una epidemia de desmoralización, ira y frustración que recorre el país. Infecta a quienes desconcertados ven como la hiperinflación acaba con la economía y la vida de los ciudadanos. La maduromanía fue forjada por Jorge Rodríguez y Diosdado Cabello, quienes han sabido manipular el mensaje mediático, alimentar las olas de rumores y hacer que la gente entre en histerias con cada comentario que hábilmente hacen. Se trata de una histeria colectiva, parecida a lo que ocurrió en Estados Unidos, en 1938, cuando la CBS publicaba un dramático en la radio, sobre la “Guerra de los Mundos”, obra de Orson Welles que desató una histeria que produjo suicidios porque las personas creían que había una invasión extraterrestre real.

La maduromanía no sólo afecta al ciudadano común, a la dirigencia política también, a todos, a oficialistas y a opositores, a independientes. La cantidad de rumores, contenidos falsos, contenido de laboratorio que recorren las redes está afectando a la mayoría. La maduromanía nubla la mente y altera el corazón, hace que muchos en medio de la rabieta tomen decisiones que son erróneas, sin que prive la razón. Pocos logran explicarse qué está pasando, sobre todo en estas semanas que se están volviendo cruciales o definitivas, sin quererlo.

La histeria va mutando, depende de qué pongan a rodar en las redes y gracias a las tendencias, salen los internautas al jolgorio, todo termina en más confusión, depresión y cero soluciones, el resultado al final es el mismo, el régimen sigue allí, a pesar de su derrumbe allí sigue.

Ahora el tema es votar o no votar y el otro que si Henri Falcón es una especie de “troyano”. La mayoría infectada con el mal, busca refugio en la “comunidad internacional”, en vista que no confían en la Asamblea Nacional (AN), y mucho menos en la Mesa de la Unidad (MUD), se apegan a que los países vecinos le piden a los venezolanos que no voten, porque no reconocerán el resultado. Estados Unidos vuelve con el tema de las sanciones, que tienen ya cuatro años ejecutándose, están igual a Nicolás, intentando bajar el valor del dólar paralelo desde 2013.

Bien se ha explicado, la MUD ha dejado un vacío. Luego de lograr 7,7 millones de votos en 2015, Capriles, López y Ramos Allup, no lograron ponerse de acuerdo, el torneo comenzó con la propuesta de Capriles y el referendo, la de López y la Constituyente y la de Ramos Allup y la enmienda constitucional, en el entendido de que el que lograra imponer lo que sería la salida del régimen, sería el candidato a la presidencia post chavismo/madurismo. Se desató irresponsablemente una guerra interna, en que también participaron los factores radicales como el de Machado, Ledezma y otros, dejando como resultado el desastre político de 2016 y 2017, que ha servido para ahora alimentar mucho más, a la peste llamada maduromanía, por la decepción que cunde en la población, que prefiere irse a una carpa de la ONU en Colombia o Brasil, antes de seguir en el país. Es irresponsable que en el momento en que hasta el chavismo le reclama a Nicolás, haber hundido a Venezuela en la miseria e hiperinflación en que está, que se le pida al pueblo a que debe esperar hasta diciembre, cuando la MUD, posiblemente ya tendría resuelto el problema del candidato único, que hasta ahora no tiene, el desencanto se acentúa porque la mayoría sólo asimila que quienes no tienen el plato de comida son sus hijos y no esta dirigencia que al parecer no padece de los efectos de la crisis, en vista de la “bomba” que se dan para ver qué hacer y cuando.

La maduromanía afecta. El alegato de los partidos políticos es el “fraude”. Pero es cuestión de preguntar a cualquiera de los dirigentes, si tienen estimado en porcentaje promedio cuántos votos se roba el régimen en cada elección, un número que luego de tantos fraudes deberían tener claro, además una estrategia desarrollada para hacer frente al “fraude” y no tienen respuesta. Entonces no se le explica a la población que la falla está en no saber articular equipos electorales unidos, como si fue en 2015, para enfrentar las irregularidades del régimen en cada mesa de votación. No, aparecen en las redes con campañas de descrédito que revelan el temor que ya comienza a correr entre algunos.

En el régimen comienza a haber un nerviosismo inhabitual, algo están percibiendo y comienzan a darse cuenta del error que están cometiendo, la abstención no está siendo suficiente para garantizar la derrota de Falcón y hay que tomar en cuenta algo, Nicolás da por descontada la victoria, gracias a que la oposición se abstiene hasta ahora, la MUD apuesta a lo mismo y es que estos últimos tienen razón de hacer tal apuesta, porque López, Capriles y Ramos celebrarían la derrota de Falcón, así como Ramos y López pudieron haber celebrado la derrota del referendo de Capriles, o López y Capriles la derrota de la mayoría de los candidatos a gobernadores de AD, o Ramos y Capriles que López siga preso. Por las venas de estos actores corre un frío, el temor es compartido, la maduromanía causa estragos..@alexvallenilla