Los merideños y por ende, todos los venezolanos, anochecen y amanecen pensando que le deparará el día siguiente, en medio de una crisis en la que el pueblo viene llevando la peor parte, víctima del bachaqueo, especulación, aumentos incontrolables en todo, entre otros factores, a lo que se suma, el karma de las diarias consecutivas fallas en el servicio de agua potable, energía eléctrica, vigilancia policial, transporte público, basura acumulada en calles y avenidas, en fin, la pregunta que se hacen todos, al despertar, prepararse para ir a trabajar o salir a sortear que consigue, ¿qué hacer?.
La respuesta por supuesto, no se escucha por ningún lado, no hay quien la dé como se espera sea dada y menos ahora, cuando sí pareciera que pudiera escucharse, viene dada por efectos de campaña electoral, en la que hemos oído todas unas promesas fantasiosas que se las creerán quienes viven en una verdadera Isla de la Fantasía, porque de esta cruda crisis socio económica política en la que está sumergido el país, no se sale de la noche a la mañana, así como así, salvo que tengan en la mano la varita mágica de Mandrake.
No se la tiene fácil nadie en esta Venezuela de hoy, en la campea la corrupción, especulación, inseguridad, escasez de todo, inseguridad, deficiencia de todo, solo se escuchan promesas fantasiosas, en la que lamentablemente, aunque a los políticos y quienes están al frente del Poder Público Municipal, no les guste se diga, aquí en este país, no hay gobierno que valga.
¿Qué hacer, toda una pregunta impregnada de incertidumbre total, entre el pueblo venezolano, cuya respuesta al día de hoy, pensando en el futuro por venir, en corto y por derecho, no se vislumbra por ningún parte, no se ve luz a la salida del túnel que transitamos todos por igual, una realidad tan palpable como que el sol sale todos los días, sean nublados o lluviosos y mientras, las mentiras y promesas van y vienen, no se escucha una propuesta real de como salir de la crisis que ahoga a todos y punto en boca.
