Dip AN Luis Loaiza: “La crisis no puede impedirnos pensar en una transformación universitaria con la que recuperemos el tiempo y las oportunidades»

A raíz del importante cambio político que se produjo el 06 de diciembre en la Asamblea Nacional, los universitarios ya no tuvimos que ser reprimidos en el centro de Caracas, ni superar piquetes de la Guardia Nacional para que finalmente una representación de universitarios fuera recibida por un grupo de diputados en las adyacencias del Palacio Federal Legislativo. La nueva Asamblea Nacional abrió sus puertas a todos los venezolanos para que podamos llegar hasta ella a exponer nuestros problemas y alcanzar soluciones desde el trabajo legislativo así se expreso el Dipde la Asamblea Nacional y el Parlasur Luis Loaiza.

Loaiza destacó que para conocer al detalle la difícil situación que enfrentan las universidades públicas, se constituyó una Comisión Especial para Asuntos Universitarios que preside el Dip. Enrique Márquez, Primer Vice Presidente de la Asamblea Nacional. Esta comisión ha desplegado un intenso trabajo y se ha reunido con representantes de todos los sectores universitarios con el objeto de presentar ante la Plenaria de la Asamblea Nacional un informe que oriente la búsqueda de algunas salidas legislativas que permitan aliviar la difícil situación que enfrentan las universidades.

Es evidente que durante los últimos 10 años por lo menos ha existido un maltrato oficial hacia las universidades por la vía de la restricción de la autonomía, la asfixia presupuestaria y la precarización del trabajo académico. Hoy, después de muchas luchas para sobrevivir, las universidades venezolanas no pueden contener el éxodo de sus académicos y se encuentran al borde del cierre técnico, recalcó Loaiza.

Sin embargo, «este momento de crisis no puede impedirnos pensar en la necesaria transformación universitaria». Con el advenimiento de un nuevo gobierno, un gobierno democrático y respetuoso de la autonomía universitaria, debemos reorientar el rumbo institucional de las universidades para recuperar el tiempo perdido, enmendar los daños que ha producido el éxodo académico, actualizar sus bibliotecas, laboratorios y plataformas tecnológicas y redefinir sus estructuras internas para hacerlas más eficientes, tanto en la gestión institucional como en la producción de conocimiento relevante.