Un azul siempre fluyente en un cielo despejado. Un sol particular que irradia un calorcito que se agradece en los páramos y que pone de buen humor a las habitantes de la meseta de Mérida. El colorido de las flores, la alegría de la gente porque se acerca la Navidad, son las características más importantes de este mes. Diciembre trae consigo aromas y sabores especiales y aunque no haya abundancia en la mesa, como en tiempos mejores, algo habrá para compartir en Noche Buena.
En cualquier hogar, por más humilde que sea, estará representado el nacimiento del Niño Dios, en la confección de pesebres de diferentes dimensiones, construidos de materiales diversos y de acuerdo a las posibilidades y a la creatividad de cada familia. Lo más importante, es que representan la devoción cristiana por estas fechas.
La Natividad es una fiesta religiosa. Por ello es una manifestación que evoca, infaliblemente, la primera virtud teologal: la fe. Esa fe que no podemos ni debemos perder y que nos impulsa a creer en que habrá el renacer de un nuevo día, que las estrellas titilarán brillantes en el firmamento y en que cada uno de nosotros con renovados bríos alcanzará sus metas.
Es muy posible, que ante las circunstancias que está atravesando el país, donde lamentablemente,nos sentimos agobiados por la precaria economía, por las carencias en muchos sentidos, por tantas despedidas forzosas , no nos sintamos muy entusiasmados con la proximidad de las Navidades, pero esa no debe ser la actitud. Usted debe buscar en su corazón ese rayito de luz que lo anime porque se trata de la celebración de un natalicio, un cumpleaños, el de ese personaje tan amoroso y especial, Jesús de Nazaret.
Vaya a la iglesia, escuche música navideña, encuentre un momento para ver a sus amigos, salga a disfrutar de este clima maravilloso. Si no tiene nada que regalar en el sentido material, que mejor obsequio que un abrazo, un beso, una sonrisa y un te quiero, envueltos en papel con los colores de la Navidad.
El Adviento
Hoy comienzan los días de Adviento, ese tiempo santo en que la iglesia celebra los cuatro domingos anteriores a la Navidad. El Adviento es un tiempo de regocijo para los cristianos, caracterizado por la preparación espiritual ante nacimiento de Jesús.
Todavía está a tiempo de preparar su corona de adviento. No tiene que gastar mucho en materiales. Salga temprano y busque ramitas de pino, aquí las hay por todas partes, añádale algunas bambalinas, piñitas, cintas y lazos preferiblemente, rojos y verdes, ¡se ven preciosos! , además de cuatro velitas para encenderlas en cada domingo, antes de la llegada del Niño Dios. Hay quienes añaden una vela más para el día de Noche Buena.
Ante la luz de la vela elevaremos una sentida oración, y será un momento de paz, armonía y reflexión.
Tratemos de sonreír, de compartir amor que es algo que nunca sobra, pero que le hace tanta falta a la humanidad.
Feliz domingo de Adviento y bienvenido diciembre un mes que por su significado es especial.
A.E. L.L.C.C.
