Por: Germán Rodríguez Bustamante…
La dictadura encabezada por Maduro acostumbrada a mantener una acción de engaño permanente a la población, ofrece como solución a los problemas financieros que padece la nación, la creación de una critopmoneda denominada:”Petro”. La propuesta pretende recaudar divisas derivadas de una supuesta emisión de una moneda digital totalmente fraudulenta. Las monedas digitales tienen una serie de características especiales, que hasta el presente mantienen su aceptación en un grupo reducido de la población mundial. De las distintas monedas existen en este momento en el mercado financiero digital, ninguna fue diseñada y emitida por un gobierno.
Las monedas virtuales son un tipo de dinero no regulado, digital, que se emite y es controlado por sus desarrolladores, y que es utilizado y aceptado entre un grupo de miembros de una comunidad virtual especifica. En el caso de las criptomonedas que es la propuesta asomada por Maduro, se refiere a monedas basadas en las matemáticas, basadas en criptografía, y no están vinculadas a la disponibilidad bienes físicos. Para algunos economistas puede ser un mecanismo de fraude, para ocultar operaciones financieras de dudoso origen por el anonimato existente en las transacciones, y la posibilidad de crecer a niveles de convertirse en una burbuja especulativa, susceptible de pincharse dejando un gran número de incautos embaucados.
Lo cierto es que el gobierno en este momento de miseria financiera, busca de forma desesperada mecanismos para obtener divisas, obviando los controles constitucionales existentes para la protección del patrimonio nacional. El “default” técnico le impide recurrir a los mercados de valores internacionales, a través de la emisión de deuda soberana, adicional el riesgo país eleva la tasa global de interés, haciéndola absolutamente inviable para cualquier economía. La emisión desordenada de dinero llego a su punto final, los costos de impresión supera con creces al valor de transacción implícito, y la impresión de billetes de mayor denominación desnudará aún más la hiperinflación existente, en consecuencia el régimen está entrampado e intenta recurrir al mercado virtual para obtener divisas terrenales, y mantener el ritmo de gasto público.
En las famosas empresas fantasmas denunciadas por Giordani, que obtuvieron dólares preferenciales, aparecieron “bolichicos” tropicales que invirtieron en empresas de minería de bitcoin. Pareciera que la trampa de la criptomoneda es una operación quirúrgica prediseñada y anticipada para mantener el saqueo generalizado del país. En la asomada oferta existen cantidad de dudas que afectan su credibilidad y factibilidad, el elemento fundamental del dinero encriptado es la confianza de la comunidad digital, la cual no se resuelve con la creación de estructuras burocráticas, ni con el anuncio de bienes físicos de soporte; por el contario crean nebulosas y oscuridades que amputan la viabilidad de la criptomoneda.
A inicios de presente año el vicepresidente del momento Istúriz, señaló que era necesaria la creación de un nuevo sistema de divisas para atender los requerimientos de la economía venezolana. Expresó que ante la caída de los precios petroleros había que generar divisas por fuentes distintas a la renta petrolera y, ante la existencia de pocas, era fundamental aplicar “acupuntura financiera” para darle direccionalidad, priorizando su uso. Este deseo quedo en pura retórica y las calamidades de los ciudadanos se profundizaron en lo que va del año, con la seguridad de agudizarse en el 2018.
Sinceramente dudo que la criptomoneda le permita al régimen captar divisas para mantener el carnaval electoral, teniendo en cuenta que su único y exclusivo objetivo es mantenerse en el poder, con lo cual la fiesta de cotillones de votos es fundamental para el 2018. En todo caso la realidad que vivimos no cambiará para nuestra desgracia, la hiperinflación seguirá su ritmo a paso de vencedores, el desabastecimiento y la escasez llegar a niveles mayúsculos y el desempleo mostrará su peor cara. Las últimas medidas coercitivas tomadas por la SUNDDE, en el escenario de los supuestos “precios acordados” son una guillotina para el sector comercial. Acciones que fueron aplicadas de forma selectiva y absolutamente discriminatorias, aparte de su carácter violatorio del marco del Estado de Derecho y Justicia.
La propuesta puede ser una iniciativa para que un grupo de enchufados y cooperantes, jueguen a corredores virtuales y logren lavar algunas manchas, de riquezas obtenidas de formas dudosas o poco transparentes. La solución debe partir de un gran consenso nacional para reunificar el país, disminuyendo las tensiones producidas por las desigualdades sociales, la recuperación de la institucionalidad, planificando y midiendo continuamente para eliminar las ineficiencias, optimizando los recursos, trasmitiendo a la población el valor de la meta y entregando cuentas claras a la sociedad. En conclusión la criptomoneda no contribuirá en nada, para mejorar las desgracias que vivimos los venezolanos, será una aparente solución digital a problemas terrenales.
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